Las bebidas azucaradas, como la mayoría de refrescos o zumos que podemos encontrar en el supermercado, contienen demasiadas dosis de azúcar y no están recomendadas para llevar una dieta saludable. Sin embargo, es posible que haya otro motivo por el que haya que restringir el exceso de estas consumiciones, y es el riesgo que pueden suponer para nuestro colon.
El cáncer colorrectal ocupa la primera posición en la lista de cánceres de mayor frecuencia en España. Cada año, se descubren más de 40.000 nuevos casos de personas que sufren esta patología. Son muchos los factores de riesgo de este tipo de cáncer: la edad avanzada, la diabetes o antecedentes de familiares que la hayan padecido, pero otro de los motivos por los que el cáncer colorrectal es el de mayor incidencia entre los españoles es el excesivo consumo de alimentos con una alta concentración de grasas.
Estudios del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) sostienen que una dieta basada en ultraprocesados y grasas saturadas puede provocar cáncer colorrectal. A esto se ha sumado un estudio realizado en Reino Unido y publicado en la revista Gut, que establece que la ingesta diaria de refrescos duplica las posibilidades de padecerlo. El estudio analizó a casi 96.000 mujeres durante 24 años, observándose que las que consumían dos latas de bebidas azucaras durante el día tenían el doble de posibilidades de ser diagnosticadas con este cáncer que las que solo las bebían una vez a la semana.
Basándonos en estos resultados, un hábito aparentemente poco arriesgado a corto plazo, salvo para nuestra talla de pantalón, podría convertirse en un mal mayor con graves consecuencias en un futuro, lo cual no hace más que plantear la cuestión de en qué medida se debe moderar el consumo de estas bebidas, sobre todo entre los más jóvenes.
Los adolescentes son los mayores consumidores de bebidas azucaradas en España, y de acuerdo con los datos estadísticos del último informe de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), el 6,4% de los jóvenes españoles de más de 15 años consume al menos una porción de 250 ml de bebida azucarada al día. Estos datos no son motivo de alarma, se encuentran por debajo de la media europea (9%) y el propio estudio no refleja datos cualitativos que justifiquen una preocupación generalizada por el excesivo consumo de estas bebidas. Ahora, por mucho que una patología como el cáncer colorrectal esté asociada a la edad avanzada, como muchas otras afecciones graves conviene prevenirlas desde la raíz, cuando aún estamos a tiempo de esquivar sus consecuencias.
Es posible que lo último que podamos pensar es que nuestro hijo corra el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer si se toma un refresco o dos al día. Pero, según los expertos, la posibilidad existe y se puede llegar a producir si con el paso del tiempo ese hábito acaba siendo una costumbre persistente. Por ello, tal vez la moderación sea una buena consejera en el consumo de bebidas azucaradas.